En esta oportunidad comparto un artículo de Raúl Dellatorre (Especial para Motor Económico)
El gobierno insiste, poniendo tono y cara de inocente, que “no se entiende” el por qué de las protestas de la CGT y los docentes “justo ahora que se empiezan a ver signos de recuperación de la economía”, después de haber “pasado lo peor”, “los esfuerzos para dejar atrás una pesada herencia”.
El discurso se reitera, mientras siguen apareciendo índices que revelan que la recesión económica, provocada por este gobierno con su batería de medidas lanzada apenas asumió, lejos de quedar superada sigue agravándose.
Este lunes (6 de marzo) se conoció el índice de ventas de insumos de la construcción, Construya, que por varios motivos conviene desmenuzarse. De paso, sugerimos aquí un modo de leer los índices para tratar de entender qué es lo que realmente nos aportan como información.
Un indicador económico no es un elemento neutro, un simple cálculo matemático, sino un argumento que intenta incidir en el debate político económico. Quien lo elabora y difunde tiene una intención. Pero para hacer un poco más equilibrada la relación entre quien lo difunde y quien lo lee, es conveniente tener la mayor comprensión posible de qué significan esos números que bajan o suben. Haremos la lectura desde nuestro punto de vista, que tampoco es neutro, y también intenta incidir en el debate político económico.
Comencemos el ejercicio describiendo quien es Construya, la asociación civil que elabora el índice mensual de demanda de insumos para la construcción. No es el “indec de Moreno”, pero tampoco “el indec de Macri”. Es una institución privada, conformada por “las empresas líderes en la producción de insumos para la construcción”, en base a los datos de sus propias ventas. El listado de empresas lo encabezan Loma Negra, Cerro Negro, Klaukol , El Milagro (líderes en el rubro cales y cementos), FV, Ferrum (grifería), Aluar (aluminio), Plavicom (pisos y revestimientos), Acer Brag (aceros), Acqua System (instalaciones sanitarias). Es decir, empresas productoras todas ellas con posición dominante en sus respectivos rubros (algunas, incluso monopólicas).
El índice (éste, en particular) se elabora sumando los volúmenes de despacho al mercado de cada empresa y rubro cada mes, conformando una “canasta de productos” que representa cuánto se consumió de los mismos para diferentes tipos de obras, desde la más grande a la refacción más chica en una casa (todas usan cemento, aunque no todas instalaciones sanitarias o grifería). El índice, además, se hace con las cantidades vendidas, no con la facturación. Es decir que deja de lado los precios, simplemente estamos hablando de volúmenes físicos. Así podemos entender qué significa, qué estamos midiendo.
El número frío y duro, el dato concreto: el índice Construya, la demanda de insumos para la construcción, cayó en febrero 6,7 por ciento con respecto a febrero del año pasado. Esto es, que si el conjunto de compradores de insumos (desde el que iba a construir una torre en Puerto Madero hasta el que iba a revocar la pared del fondo) en febrero del 2016 compró 100 kilos de productos (canillas, cemento, pisos, etc), este año fue a comprar 93 kilos con 300 gramos: 6,7 kilos menos. Esto es lo que se quiere decir cuando se afirma “cayó la demanda un 6,7 por ciento”. ¿Por qué se lo compara con febrero del año pasado y no con otro mes cualquiera? Porque se acepta que un año es un tiempo suficiente pero no demasiado largo como para medir tendencias, si sube o si baja la demanda. Y tomando el mismo mes en cada año, no nos hacemos trampa a nosotros mismos comparando un mes de mucha actividad normal con otro de vacaciones.
De todos modos, desconfiemos y digamos que comparar “febrero contra febrero” no es suficiente para sacar conclusiones. Pongamos el dato más en contexto. ¿Cómo venía la mano en meses anteriores? En febrero hay caída, pero ¿qué pasó en los meses anteriores?
El mismo índice Construya, hecho por firmas líderes, nos dice que en enero la caída fue del 6,9 por ciento respecto de enero de 2016. Y un mes antes, en diciembre, la caída fue de más del 12 por ciento (contra un año antes), y en noviembre del 20 por ciento. Para no hacerla larga, desde febrero 2016 hasta ahora (van 13 meses), en todos los meses el indicador da caída con respecto al mismo mes del año anterior. Hace 13 meses que “la construcción está para atrás”.
Alguien, un poco más cercano al gobierno, podría decir que “por lo menos este año, enero y febrero, la caída es menor a la de los últimos meses del año pasado”. Puesto en contexto, la noticia no trae tanto alivio: en 2016 se estaba cayendo la actividad con respecto a niveles muy altos anteriores, como los que tuvo la construcción hasta noviembre de 2015. Ahora, en febrero, la caída es contra febrero de 2016, cuando ya se había “parado” la construcción. Es decir, que esta caída (6,7 por ciento) se “suma” a la caída de la actividad que ya venía en febrero del año pasado (4 por ciento con respecto a febrero de 2015). Es decir, hay una caída del 6,7 por ciento con respecto a un año atrás, pero de casi el 11 por ciento en relación a dos atrás.
Un dato más de contexto para completar este ejercicio de comprensión del índice: la construcción es el rubro principal de la cuenta de Inversión en la economía de un país. Es además, el primero que reacciona cuando se sale de una crisis (es más probable que, para arrancar, primero se retome una obra en construcción parada antes que alguien compre una máquina, u otro venga de afuera para instalar una nueva fábrica). El gobierno abandonó el consumo como motor traccionador de la economía y apuesta todo a la inversión, sobre todo a la externa. El dato de Construya nos revela que, lejos de reaccionar, la inversión se sigue hundiendo.
Una nota periodística hubiera empezado por este último comentario. Pero esta vez, el intento fue hacer un ejercicio de comprensión de los datos, elaborados por empresas líderes, por el “establishment”, con los cuales hemos llegado a la misma conclusión. Aunque el gobierno siga sin entender por qué los trabajadores salen a la calle.
Texto original en http://motoreconomico.com.ar/cruda-realidad/ejercicio-de-comprensin-de-datos-cae-el-ndice-de-actividad-de-la-construccin-y-eso-qu-significa
Raúl Dellatorre Editor General de Motor Económico